LA PRIMERA VEZ

Como para todo, siempre hay una primera vez y ahora está aconteciendo la mía en esto de los blogs y las comunicaciones por Internet.

Para esta, mi primera vez, he decidido centrarme en algo sencillo que puede cambiar el estilo nuestra casa radicalmente, el suelo. Las nuevas construcciones de pocos metros cuadrados han dado lugar a que mucha gente prefiera comprar pisos o casas viejas y renovarlos. Así que este post lo voy a dedicar a los suelos de madera.

Lo primero que debemos decidir es si queremos nuestro nuevo suelo de madera o de tarima flotante. La diferencia es que mientras el primero se compone de láminas de madera macizas, el segundo está formado por una base inferior de estabilización, y dos o más capas de madera con un tratamiento hidrófugo que suelen ser de maderas resistentes y baratas como el pino o abeto o bambú, y la superior de madera noble para crear un acabado más estético.

  Otra diferencia a tener en cuenta es la calidez del suelo, pese a que ambas opciones son más cálidas que las baldosas, la tarima flotante sigue siendo un suelo frío, a diferencia del suelo de madera maciza que mantiene siempre una temperatura ideal para ir descalzos.

Por otra parte es importante tener en cuenta la resistencia de ambos materiales. Los suelos de madera maciza son más propensos a rayarse y estropearse pero siempre se pueden arreglar puliéndolos, la tarima es más resistente, pero cuando una lámina se rompe o astilla solo tiene un fin, quitarla y poner otra nueva.

La elección de los rodapiés puede condicionar enormemente el estilo final del piso. Aquí os dejo unos ejemplos de rodapiés de la casa Quick-Step para suelos de madera. Yo personalmente adoro el rodapié blanco modelo OVOLO, da un aspecto muy elegante al piso.

Modelo Ogee de la casa Quick-Step

Modelo Scotia de la casa Quick-Step

Modelo Ovolo de la casa Quick-Step

Besitos a todo@s.